Montoya y Mesón (2003) dicen al respecto: algunos montes desaparecerían si no lograran mantener una producción económica suficiente; por eso revalorizar económicamente los montes es la mejor política de conservación posible para los mismos.
Y esto es muy triste pero hoy en día es así.
Aunque parezca mentira en plena crisis medioambiental del s. XXI, las políticas de conservación se basan en un sistema capitalista de beneficio económico. Siempre y cuando la explotación de un monte deja de ser viable éste deja de ser “importante” y por consiguiente se olvidan de su conservación. Y mientras es viable su explotación, se olvidan de los principales problemas medioambientales como el cambio climático, la desertificación y erosión de suelos ,la deforestación, destrucción de la capa de ozono, contaminación de las aguas, la polución del aire, la sobreexplotación de recursos y la extinción de especies, los cuales no importan en la “explotación agrícola que están convirtiendo el medio natural”
supongo te referiras con esto a los privados, te habras equivocado en el titulo. Las administraciones tienen obligacion de conservar los montes de uso publico segun la Ley de Montes. Los privados no tienen esa obligacion.
ResponderEliminarNo pretendo quiarte la razón, pero si hoy en día todo lo teórico se aplicara de una forma correcta a la práctica, ¿no crees que en muchos aspectos nos iría mejor?.
ResponderEliminarY temos que tener claro que a la hora de obtener beneficios la administración es como cualquier privado, y más siempre y cuando un monte le genere pérdidas.
Ten en cuenta que la administración no sólo conserva, sino que también explota. Y por poner un ejemplo, no te llegas a imaginar la cantidad de explotaciones de madera que gestiona.
gracias por el primer comentario del blog, y cualquier critica, duda, opinión... etc siempre es bien aceptada. salud